Cuando nuestros antiguos antepasados salían en busca de alimentos, muchas veces tomaban tentempiés (meriendas, colación, etc) por el camino; así, comían de los mismos alimentos que recogían o llevaban raciones de una comida anterior para el viaje. Los tentempiés de la paleodieta, como los de nuestros antepasados paleolíticos, son sanos y hechos de verdaderos alimentos. Muchos son fáciles de llevar, así que podrías desear llevar contigo algunos en tus viajes o trayectos diarios. Puedes comerlos entre las comidas siempre que sientas hambre:
- Fruta fresca de cualquier tipo
- Pedazos de carne casera (sin sal)
- Tiras de salmón ahumado o seco (sin sal)
- Verduras crudas: bastoncitos de zanahorias o apio, tomates cherry, champiñones, brócoli, pepinos, coliflor (con guacamole)
- Pechuga de pollo o pavo sin piel a la parrilla
- Rodajas de aguacate o tomate
- Frutos secos: almendras, nueces, avellanas (no más de 100g al día si estás intentando adelgazar)
- Frutas pasas (no más de 50g al día)
- Huevos duros (no más de 6 a la semana)
- Carne magra fiambre
- Camarones (langostinos, gambas) pelados, listos para comer
- Semillas de girasol no salada (no más de 100g al día si estás intentando adelgazar)